El Paso

EL PASO O PARÁBOLA DEL CAMINO

Más de 500 representaciones en escenarios de Colombia y el mundo, vista por críticos e intelectuales como una obra maestra de la dramaturgia y el arte nacional, calificada como una de las grandes metáforas del país, como elemento de reflexión, de símbolo, El Paso tiene antecedentes que brillan con luz propia.

Este es El Paso, escrita y dirigida por Santiago García, interpretada por los trece actores del Teatro La Candelaria.

En columna de Cambio 16 dedicada por entero a El Paso, a Santiago García y al Teatro La Candelaria, escribió en agosto de 1998 el poeta William Ospina que “alguien me preguntaba cómo imagino yo una obra de La Candelaria dentro de diez años. Le respondo con sinceridad que nuestra realidad cambia vertiginosamente y que por ello es imposible saber qué pasará en Colombia por entonces; pero que estoy seguro de que Santiago García y Patricia Ariza, y cada uno de los admirables creadores y actores de este grupo, estarán interrogando entonces esas nuevas realidades, extrayendo de ellas su carga de belleza y de verdad, y permitiendo que ese rigor estético y ese alto compromiso, a la vez sensorial e intelectual, nos sigan ayudando a percibir lo que somos, nuestra intensa y conmovedora humanidad”.

LA TRAMA

La obra se desarrolla en una especie de cantina situada en un cruce de caminos, un lugar donde nunca sucede nada fuera de lo habitual, y lo habitual es bastante monótono y solitario; de repente cambia la atmósfera totalmente con la llegada de nuevos personajes, aparecen dos hombres que debido al poder que manejan gracias al dinero y las armas, generan un ambiente de violencia y temor.

El Paso es trabajado sobre minimalistas y un lenguaje que plantea códigos más allá del simbolismo verbal tradicional. Murmullos, silencios, secretos, miradas y mensajes escritos en clave, constituyen toda una gramática escénica sobre las tensiones del presente, mostradas desde el interior del ambiente y de sus personajes.

En la pieza se enfrentan dos mundos, el de un pasado de origen campesino, casi bucólico, con sus canciones nostálgicas y un presente gobernado por el terror y la violencia.